Policías creen que un títere está vivo

 Un arte del que poco se habla

 Policías creen que un títere está vivo

Andrés Botero considera que las acciones tomadas por la fuerza pública, no fueron las correctas.

Por: Laura Castillo

A finales de enero, en la zona comercial del barrio Usaquén, en Bogotá, miembros de la fuerza pública detuvieron a un joven artista porque, en un principio, creyeron que el títere de chigüiro que manejaba, era real.

Andrés Botero es un actor graduado de la Pontificia Universidad Javeriana, pero a pesar de que tiene un énfasis en teatro musical y baile, decidió hace 5 años especializarse en los títeres, y hasta el día de hoy esta es su pasión. “todo empezó cuando vi un programa llamado Avenida Q: utilizaban los títeres para tratar temas serios o para adultos. Ahí empecé a interesarme, y a aprender más a fondo cómo manejarlos y animarlos.”

Ha trabajado en diferentes obras teatrales, en lugares como el Teatro Colón, Teatro Jorge Eliécer Gaitán y Julio Mario Santo Domingo. También ha sido entrevistado por Caracol, RCN, y en un especial que realizaron sobre la localidad de Usaquén.

      Entrevista a Andrés Botero. Tomada por: Laura Castillo.


¿Qué hace en Usaquén?

Este artista visita con mucha frecuencia el barrio Usaquén, pero nunca va solo. Siempre va con sus títeres. Las personas en la zona lo reconocen, e inclusive han entablado una amistad con algunas de sus marionetas. “Las personas ya saben de mí, porque a mí me gusta salir con los títeres, hablar con las personas e interactuar. Tanto para darme a conocer, como para que las personas salgan de lo cotidiano. Mi idea es que también entiendan que los títeres no solo son para niños: también pueden ser para adultos.”

¿Cuál ha sido el “evento más desafortunado” que ha vivido con sus títeres?

El actor se refiere a un “encuentro con policías” como uno de los eventos desafortunados que ha tenido que vivir mientras desempeña su labor. “me detuvieron porque pensaron que tenía un chigüiro de verdad”, comenta Andrés. “les explique en varias ocasiones que era un títere, pero seguían insistiendo, hasta el punto en que me dijeron que no podía hablarles así, y nos pusieron un comparendo, a mi junto a mi mamá, por irrespeto a la autoridad”.

Sin embargo, este suceso tuvo un desenlace favorable para ambas partes: Pilar, la madre de Andrés, decidió tomar un curso para cubrir el comparendo, y pusieron una queja en la Contraloría, con sus oficiales y superiores, y Andrés relata que un tiempo después se enteraron que “les hicieron un llamado de atención bastante fuerte”.

 




 

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