Un peligro del que poco se habla

Varicela, la enemiga del embarazo

La historia de Laura, la niña que recordó que una infección viral puede llevar a una madre a perder a su hijo.

 Por: Laura Castillo

 El embarazo de la madre de Laura Sofía fue riesgoso, pero pese a las alertas de los médicos por su nacimiento, 

la pequeña estuvo hospitalizada unos días y luego salió sin problemas graves de salud.

Laura Castillo nació el 9 de mayo del 2001 en la Clínica Palermo en la ciudad de Bogotá. La bebé, hija del 

arquitecto  Pablo Castillo y la diseñadora Martha García, nació en horas de la tarde, y fue llevada 

inmediatamente a la zona de incubadoras del hospital.

 

                           Laura luego de salir de hospitalización. Tomada por: Pablo Castillo.

 

¿Cómo llegó la enfermedad?

La madre de Laura contrajo varicela durante su embarazo, y aunque los ginecólogos le advirtieron los riesgos 

tanto para ella como para su hija, debido a esta infección viral, Martha decidió tener a la bebé. A pesar del 

peligro de aborto y del complicado embarazo, la niña nació sin ninguna condición sin tratamiento o 

discapacidad. 

Según el ginecólogo y oncólogo Jesús Antonio Acosta, cuando una madre es contagiada con varicela durante las 

primeras semanas del embarazo, la salud del bebé puede verse afectada en un futuro: existe una probabilidad 

muy grande de que la persona nazca con un defecto congénito, problemas en los ojos, en el sistema nervioso o 

digestivo, en las extremidades o en la piel. 

“Antes de esto, nunca supimos ni se nos advirtió que la varicela podría llegar a matar a 

un bebé en el embarazo” asegura el padre.

Por el riesgoso embarazo y las consecuencias de la enfermedad, Laura nació con un brote en todo el cuerpo y 

con problemas respiratorios. Los médicos mencionaron que, aunque el brote iría desapareciendo con el pasar 

de los meses, quizá quedarían algunas cicatrices. Por otro lado, el asma sería una enfermedad crónica que 

llevaría el resto de su vida.

Pablo, su padre, se encontraba trabajando en Leticia, Amazonas, pero cuando recibió la llamada y la noticia del 

nacimiento de su hija, inmediatamente decidió comprar los pasajes para viajar a Bogotá lo más pronto posible, y 

estar pendiente de la salud de su esposa e hija.

A los pocos días de que Pablo llegara a Bogotá, dieron de alta a su hija, con una serie de medicamentos, 

cremas, inhaladores y terapias que le recomendaron hacer para poder mejorar su estado de salud.